Si un mar separa continentes ...


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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Un cuento y un poema más antes de Navidad

Para terminar esta sección de nuestro blog antes de las vacaciones de Navidad te presentamos como cuento de esta semana un relato elaborado por un alumno 2.º de ESO de nuestro instituto, Kevin Navarro. El cuento se llama A cien por hora, y ha sido publicado en el último número de Altibajos, el periódico escolar de nuestro centro. Además tienes un hermoso poema de Mario Benedetti que se llama Cuando éramos niños, en el que el poeta nos habla de la visión que tenemos de la muerte a distintas edades de nuestra vida. Esperemos que te gusten. Volvemos con esta sección en el mes de Enero del nuevo año.

A cien por hora
Kevin Navarro (alumno de 2.º B ESO)


No sabía adónde lo llevaban sus pasos, cuando, de repente ... abrió los ojos y se dio cuenta de que iba directo a la puerta del armario. Puso las manos hacia delante, en acción de defensa, pero la puerta se abrió tan rápido que le golpeó brutalmente en la cabeza. Tumbado en el suelo sangrando, observó detenidamente sus cholas; éstas se movían solas hacia un cuerpo en el interior del armario. Acto seguido se unieron a ese mismo cuerpo, y, como si de una armadura de tela se tratase, se dirigió al joven y dijo:
-¿Pasó, colega?


Cuando éramos niños
Mario Benedetti


Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta,
un charco era un océano,
la muerte lisa y llana
no existía

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta,
un estanque era un océano,
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta,
un lago era un océano,
la muerte era la muerte
de los otros

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad,
el océano es por fin el océano,
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ya puedes tener en tus manos el periódico escolar de nuestro centro, Altibajos.

Desde hoy puedes tener en tus manos el periódico escolar de nuestro instituto, Altibajos, que, por octavo año consecutivo, sale a la luz al finalizar cada trimestre del curso. Igual que en cursos anteriores puedes adquirirlo en la cafetería del instituto, en la Librería La Castellana, o a través de los alumnos colaboradores. Como ya sabes, en todos estos años Altibajos pretende ser un medio de expresión y comunicación entre todos los miembros de nuestra comunidad educativa. En este número puedes encontrar relatos, artículos de opinión, noticias e información de las actividades que se desarrollan en el centro, pasatiempos, entrevistas, poesía, etc. elaborados por nuestros alumnos, profesores y otras personalidades de nuestro entorno educativo. Si quieres colaborar, puedes contactar con nosotros a través de nuestro correo electrónico: altibajos_tejina@yahoo.es

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Aquí tienes el cuento y el poema de esta semana

Otra vez el escritor argentino Fabián Vique, con un relato titulado Triángulo y uno de los Sonetos del amor oscuro, Soneto de la dulce queja, de Federico García Lorca. Esperemos que te gusten:

Triángulo
Fabián Vique



Él prefería la lluvia. Ella, el sol. Yo, la nieve.
Ella miraba todas las telenovelas. Él, los partidos de fútbol. Yo, las noticias.
Él hablaba lo necesario. Ella bastante más. Yo, demasiado menos.
Ella amaba a Dios por sobre todas las cosas. Él era ateo. Yo, agnóstico.
A él le gustaba ir a bailar. A ella los conciertos. A mí, el cine.
Ella lucía un premeditado desaliño. Él estaba siempre impecable. Yo, no tanto.
Éramos buenos amigos pero ella estaba enamorada de él. El problema era que él me amaba a mí. Y yo, claro, la amaba a ella.



Soneto de la dulce queja
Federico García Lorca


Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.