Si un mar separa continentes ...


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miércoles, 12 de mayo de 2010

Aquí tienes el cuento y el poema de esta semana

Esta semana te presentamos un microrrelato del escritor Mingo López y un conocido poema de Rafael Alberti, Me aburro. Esperamos que te gusten:


Gánster
Mingo López


El mosquito vino para picarme, estoy seguro. Primero dio varias vueltas de reconocimiento sobre mi cabeza, relamiéndose y sin quitarle ojo al lustre de mi calva. El lugar ideal para un discreto aterrizaje y una posterior y placentera succión, deduje achinando los ojos. Lo oí zumbar y me quedé quieto, con el pitillo en la boca. Se posó disimulando sobre mi mano derecha –que dejé astutamente como cebo sobre la mesa– y aunque soy diestro, aproveché que la tenía cargada, la saqué con la zurda de la sobaquera y apunté lo mejor que pude.

–Muere, vampiro– dije apretando el gatillo.

El tiro lo reventó, salpicando de tripitas y de sangre la pared. Y entonces, sonriendo, con la Beretta en alto por si volvía otro, fui a quitarme el cigarro de los labios y no pude.



El aburrimiento
Rafael Alberti

Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.

Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor; que vaya a las iglesias
con ese aburrimiento.
¿Que a los museos -dice- siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo... ¡Oooh!
He pisado una caca...
Acabo de pisar -¡Santo Dios!- una caca...
Dicen que trae suerte el pisar una caca...
Que trae mucha suerte el pisar una caca...
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte... la... la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más...
Me morí.


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